El Ayuntamiento de Sant Joan Despí continúa desarrollando el proceso participativo para la elaboración del Plan de Emergencia Climática y Transición Ecológica y esta semana ha celebrado una sesión abierta a las entidades de la ciudad para recoger sus aportaciones para el Plan SJD por el clima.

La sesión participativa ha tenido lugar el martes 22 de septiembre en el Centro Cultural Mercè Rodoreda, con la asistencia de representantes de más de una cuarentena de entidades. La presentación de la sesión fue a cargo de la coordinadora del Gobierno, Belén García.

A continuación, se dio a conocer a las entidades cuáles son los ejes del Plan SJD pel clima (transición energética, mobilidad sostenible y calidad del aire, economía circular y residuos, verde y biodiversidad, ciclo del aigua y educación ambiental). Las personas participantes se dividieron en tres grupos, que definieron las propuestas que consideraban más prioritarias para cada uno de los ejes. 

El proceso participativo para la elaboración del Plan SJD por el clima sigue en marcha y, hasta el 31 de octubre, se pueden aportar propuestas a través de la plataforma decidim-sjdespi.diba.cat/SJDXCLIMA. Además, el jueves 14 de octubre tendrá lugar una sesión de participación ciudadana en el Centro Cultural Mercè Rodoreda. Para participar en ella, hay que hacer inscripción previa en decidim-sjdespi.diba.cat/sessiódeparticipació.

Mitigar los efectos del cambio climático

El Plan de Emergencia Climática y Transición Energética de Sant Joan Despí incorporará acciones concretas para mitigar los efectos del cambio climático y el desarrollo de sus acciones debe permitir a Sant Joan Despí alcanzar los compromisos del pacto verde europeo.

Así, entre otros objetivos, el Plan SJD por el clima quiere aumentar la resiliencia del municipio ante los efectos del cambio global, definir las líneas estratégicas para fomentar una transición ecológica y las actuaciones para adaptar al municipios a los efectos del cambio climático.

También trabajará para reducir como mínimo en un 55% las emisiones de dióxido de carbono por habitante en el municipio en 2030; alcanzar la neutralidad de carbono del municipio para el año 2050; transitar hacia un modelo de economía circular y de prevención de residuos, y alcanzar los objetivos de recogida selectiva del 55% en 2025 y del 60% en 2030.